jueves, 31 de diciembre de 2009

Adiós 2009, Hola 2010

31 de Diciembre del 2009, a pocas horas que termine este año, se hace necesaria, la evaluación de lo que fue durante este 2009 el caminar de cada uno de nosotros, cada ves que uno se auto evalúa encuentra siempre todo lo malo y nos cuesta encontrar lo bueno, solo podemos comprometernos a cambiar lo malo que hicimos y a reforzar lo bueno, y para lograr este cambio de las actitudes malas y fortalecer lo bueno solo existe una persona que nos puede ayudar, que nos acompaña día a día, es quien nunca falla, quien nunca nos abandona en los momentos difíciles, si no que nos sostiene y nos carga.
Dios, por medio de su Hijo Jesús, que nos infunde su Espíritu, nos ayuda a que cada día demos un paso para lograr el cambio que deseamos y necesitamos.
En este tiempo también es bueno dar gracias, gracias a todos los que están a nuestro lado, a nuestros padres, esposos, esposas, hijos, hermanos, pololos, pololas, dar gracias también por todos aquellos que nos acompañaron en nuestras vidas y que durante este año partieron a la casa del Padre Dios, ellos que dejaron una huella en nuestro ser.
Y lo más importante dar Gracias a nuestro creador por esta vida y por ser de nosotros lo que somos y tenemos.
Que el año que esta por llegar nos traiga Paz y Esperanza, para discernir nuestros caminos, apoyar a quien lo necesite y encontrar apoyo cuando lo necesitemos, entregar paz y esperanza a los afligidos, y hacer cada día con nuestras acciones muestras del Evangelio y buena nueva para todos los que nos rodean.

FELIZ 2010

miércoles, 30 de diciembre de 2009

La realidad entre discoteca y discoteca

La discoteca es, para muchos, un mundo de ficción y de emociones, de música, cerveza, bailes y, algunas veces, también de drogas. Todo pasa muy rápido en una sala de luces y sombras, de encuentros y separaciones, de gritos y de fiesta.

Pero el tiempo no perdona, y llega la hora de salir. La madrugada (o, en algunos casos, el amanecer) sorprende a muchos en un estado de euforia y a otros en un profundo cansancio. Hay que llegar a casa, hay que inventar una excusa del “retraso”. Hay que encontrar, a veces casi a tientas, la cama y tumbarse a dormir un poco.

Así dicen descansar miles de jóvenes. La semana transcurre entre estudio y trabajo, clases y televisión, monotonía y alguna que otra sorpresa. Desde el viernes o el sábado en la tarde la discoteca se convierte en un punto obligado de encuentro, de liberación, de alegría bulliciosa.

¿Es posible dejar de ir siempre a un lugar donde un clima irreal, de fantasía, de diversión desenfrenada, produce espejismos y sensaciones que no siempre ayudan a afrontar la realidad y a vivir de un modo sano los compromisos de la vida?

Nos hace falta abrir los ojos. Darnos cuenta del daño que se sigue del tomar muchas copas y del bailar hasta la locura. Reconocer el daño que produce el exceso de humo, o esas drogas ligeras que, aquí y allá, pasan del bolsillo a la boca. Aceptar que ciertas excitaciones corporales dañan profundamente la psicología de quien se hace cada vez más dependiente del placer y de las fiestas.

No es fácil romper con la discoteca cuando se ha convertido en “algo imprescindible”, en una cadena psicológica. El valor es cosa de pocos, y muchos no son capaces ya de pensar de otra manera. La costumbre aprisiona, y crea modos de vivir que tiñen la vida de tristeza, ante el fracaso de una fiesta que llega a su fin y obliga a todos a salir, confusos, cansados o engreídos (que es el peor engaño), para afrontar una realidad a la que no preparan ni la cerveza ni los gritos.

Para muchos, resultaría casi un sueño dejar de ir a las fiestas, abandonar una costumbre que aprisiona. La sociedad condiciona a muchas personas a vivir de un modo fijo, monótono, standard. Querer hacer algo distinto, tener la valentía de romper con la presión, es algo que pocos pretenden y que consiguen menos. Los jóvenes no son extraños a esta presión de lo que se convierte en “norma” y casi obligación, aunque digan ser libres, aunque piensen que van a la “disco” porque ellos lo han decidido sin que nadie se lo exija.

La verdad está, precisamente, fuera de la sala de bailes. Alguna vez habrá que tomar la decisión de buscar un descanso nuevo, más sereno y solidario, más abierto a un mundo bello, más cercano a la familia y a los amigos sinceros, los que quieren mi bien, los que trabajan por ideales y por quienes necesitan de una mano. Es posible. Basta con probar el próximo sábado esa dicha de quien mira las estrellas y acompaña a un anciano que nos cuenta, con su sonrisa, cómo es hermosa la vida cuando permitimos a Dios caminar a nuestro lado.

tomado de catholic.net

viernes, 25 de diciembre de 2009

La Navidad

- El espíritu de Navidad es la alegría

-El mensaje de Navidad es la Esperanza

-El motivo de Navidad es el Amor

-La Magia de la Navidad es la magia de las Personas.

-Que la alegría y la Esperanza sean parte de tu vida

-Amor Paz y felicidad son nuestros deseos para estas fiestas de Navidad y Año Nuevo.